Han pasado por diversas
transformaciones. Atrás quedan las fanfarrias y el redoble de tambores. Al
principio eran cortos y concisos, la información justa que el espectador podría
necesitar, las presentaciones del reparto se producían con la imagen del
artista y e por lo general el nombre del director siempre figuraba al final.
Llegaron los 50 y comenzaron las innovaciones. Las décadas fueron pasando y
continuamos asistiendo a una evolución constante. Hoy en contadas ocasiones
nos encontramos con la palabra fin.
Ahora bien, cuando hablamos de los títulos de crédito estamos obligados a
mencionar al gran referente que es Saul Bass.
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