(James Dean 1950)
Ando sumido estos últimos
días en una vorágine de nervios y prisas. Todo ello es debido a que los exámenes
están al caer y por aquí ando pretendiendo estar lo mejor preparado posible. Es
por ello que me ha llamado poderosamente la atención esta foto, principalmente
por la paz y el silencio que me transmite. Diría que es media tarde con la
soledad como única compañera. Un libro, un vaso de leche y lo que parece ser
una galleta o similar. Una mesa que en otro tiempo posiblemente albergo
sobremesas, risas y alguna que otra partida de cartas. Diría que casi puedo oír
como las agujas del reloj son las únicas que rompen la ausencia de ruidos. Y así
podríamos seguir divagando. La imaginación es libre…