Forges
(El País 31-08-13)
Los
tiempos cambian así como las costumbres. Por aquel entonces el ir al cine era
como un ritual. Nervios, colas, olores, sabores y sueños. Ahora las entradas o
las pillas por internet o directamente te las vende el de las palomitas,
aquellas eternas esperas han pasado a mejor vida. Luego dentro pues más o menos
parecido, oscuridad, pantalla blanca e historias que contar…