Chuck Murray (Bud
Abbott) y Ferdinand Jones (Lou Costello) son unos simples empleados de
gasolinera que han sido por avatares del destino los beneficiarios del testamento del gangster Moose Mattson. A
partir de ahora serán los dueños de una destartalada casa en mitad de la nada. Allí
se trasladaran una noche junto a otras personas y toda una serie de situaciones
extrañas comenzaran a suceder. Aquella casa encierra un secreto…
Problemas a la hora de
dirigirse a las habitaciones
¿Miedo?
Recuerdo perfectamente
como disfrute de crio viendo esta peli en la tele. Fue en aquel maravilloso
ciclo llamado Mis terrores favoritos que el bueno de Chicho Ibañez Serrador
tuvo a bien organizar. Eran los comienzos de los 80 y solo había dos canales.
Si los datos de Wikipedia son
correctos (asombrosa la información que a veces nos suministra…) esta peli fue
emitida un 28 de diciembre de 1981, yo por aquel entonces tenía 11 años. El
bueno de Chicho tuvo la genial idea de programarla precisamente el día de los
santos inocentes.
La escena clave con las
velas y el fantasma
Me atrevería a afirmar
que no me había vuelto a enfrentar a su visionado desde mi lejana infancia. Me temía
lo que a continuación sucedió, la inocencia ya no existe y todo se ve con
diferentes ojos. Vista hoy casi no se sostiene, quizás ese cariño pretérito y
aquella fascinación producida en su momento todavía hace que le concedamos el
indulto. Un par de escenas se salvan. El baile y como no, la escena de las
velas, poco más. De todas formas y aun habiendo sufrido con el paso de los años
si le tengo cierta simpatía, en gran medida por ser una de esas películas que
forman parte de aquella maravillosa edad de la inocencia.