Los Angeles 1970. Una
desaparición por investigar. Un detective más que peculiar. Una ciudad sumida
en lo más profundo del Flower Power.
Un departamento de policía del que no te puedes fiar. Todo ello aderezado con
ligeras pinceladas de cine negro…
Joaquin Phoenix y Josh
Brolin, dos estilos diferentes
Owen Wilson, pasaba por
allí…
Desde mi punto de vista
el problema son sus dos horas y media de metraje. Quizás una nueva visita a la
sala de montaje la hubiera mejorado un poco. Hay momentos en los que me siento
indiferente, personajes que van y vienen sin más y que acaban por ralentizar la
trama. En todo caso es de justicia mencionar los dos elementos que a mi juicio
hacen que esta cinta resulta atractiva. Por un lado el momento dramático en el
que el personaje de Phoenix se pone serio.
Aquí la película
despierta del letargo
Luego tenemos el
momento sofá. Lo más caliente que he visto desde mi admirada y deseada Halle Berry en Monster’s Ball (2001).
Momento para abrir la
nevera
Eludo cualquier tipo de
responsabilidad. Ustedes verán…
No hay comentarios:
Publicar un comentario