My Son John (Mi hijo John 1952) Leo McCarey/Cuando las puntuaciones de IMDb no te dejan ver el bosque

 

En su libro La pesadilla roja-Cine anticomunista norteamericano 1946-1954 su autor Antonio Montes de Oca refiriéndose al director Leo McCarey califica esta película como “el proyecto más disparatado de su carrera” y lo cierto es que sus 120 minutos y el discurso final son para tomar notas. Es justo y necesario situarse en el contexto para entender ya no el mensaje sino la matraca a la que estaremos expuestos como espectadores. Dejando a un lado el paroxismo de las barras y las estrellas, el fundamentalismo religioso y las motos que nos quiere vender el hijo díscolo (¡extraordinario Robert Walker!) diría que estamos ante una extraordinaria película. Es puro cine propagandístico y no pretende esconderse, como otras muchas cosas forma parte de la historia, la solución no es arrojarla a la hoguera ni cerrarla bajo siete llaves.

Hay varias escenas con una gran carga dramática, los desencuentros del padre y el hijo, la ilusión y el cariño de la madre o el momento en que el agente del FBI se da a conocer. Es digno de destacar el brillante reparto y sus notables actuaciones, esta fue la última película de Robert Walker, falleció con el rodaje a punto de finalizar y  para algunas escenas se utilizó a un doble, también se recurrió a metraje de Extraños en un tren (1951). Es posible que ese 5,6 más que nota sea una sentencia, a mi desde luego me parece merecedora de cuando menos un notable. No quisiera pasar por alto la maravillosa interpretación de Helen Hayes dando vida a la señora Jefferson, para mí ya ocupa un lugar en olimpo de las más grandes madres del celuloide.