(1899-1962)
Según parece siempre se
sintió acomplejado por su físico, pero fue precisamente esa apariencia la que
le diferenciaría del resto y la que le valdría para dar vida a personajes que
para otros actores resultaban imposibles. Británico de nacimiento (obtendría la
nacionalidad norteamericana en 1950), se fogueo en teatros y adquirió
experiencia y dominio del arte dramático. En la gran pantalla nos dejó papeles
inolvidables así como apariciones secundarias de auténtico lujo. Ejerció como
director solo en una ocasión (aunque existe alguna intervención anterior no
acreditada) en The Night of the Hunter
(La noche del cazador 1955), hoy es considerada obra maestra y película de
culto pero en su momento fue un auténtico fiasco de crítica y público. Sugiero
en este caso un par de estupendas y entretenidas películas para una de esas
largas y calurosas madrugadas de verano.
Una auténtica joya. Apenas
90 minutos con amores imposibles, maneras victorianas, pequeñas dosis de veneno, detectives obstinados y uno de los mejores finales de la historia del cine.
The Big Clock (El reloj
asesino 1948) John Farrow
Otra magnifica muestra
de aquel cine de los 40, historia relativamente sencilla pero emocionante. Un
Laughton con menos presencia pero igual de grande que en sus apariciones
principales.
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