Max
Monetti (Richard Conte) ha dejado la prisión tras una
condena de 7 años. Regresa para visitar a sus hermanos (florecientes banqueros)
los cuales no se alegran en exceso con su presencia, todo parece
indicar que Max tiene alguna cuenta
pendiente con ellos. A partir de ahí iremos siendo conocedores (con un gran flashback) a que se debe esa rabia que
trae consigo el hermano retornado.
Magnifica y
extraordinaria película que merece ser reivindicada y elogiada. Un plantel que
da buena muestra de su talento, Robinson
brillante, Conte como siempre
convincente y Hayward ofreciendo todo
un recital y mostrando sus dotes interpretativas. Más que recomendable diría que
imprescindible.
Por tu reseña, parece interesante.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Demiurgo!
EliminarContiene un buen puñado de escenas y momentos dignos de mencionar, es de esas películas que si te gusta la vuelves a ver de cuando en cuando.
Saludos y feliz semana!
Buen cine clásico.
ResponderEliminarHola Trecce!
EliminarVaya que si. De esas que ya no se hacen.
Saludos!
Tienes toda la razón. Esta película es una pasada. Y como bien explicas tiene uno de los momentos de transición más impresionantes para unir presente con pasado... y las grandes protagonistas son tan solo unas escaleras. Es alucinante la elegancia con la que se transita hacia el flashback. Ya solo por eso merece la pena su visionado. Para mí es uno de los grandes antecedente de El Padrino.
ResponderEliminarBeso
Hildy
Hola Hildy!
EliminarEs maravillosa. La escena de la escalera realmente antologica. Creo que no ha recibido el reconocimiento que se merece. Una joya.
Besos;)