Una historia que transcurre a tiempo real donde las esperanzas y los sueños
difícilmente alcanzaran la orilla. Personajes siniestros, desesperados, atolondrados
y buscavidas. La calle, el cuadrilátero, los tugurios y mucho olor a linimento.
Una de esas joyas que ha sentado catedra, cine negro y boxeo. Apenas 80
minutos, eso sí, de puro y buen cine.
Hola Fran, no recuerdo haberla visto, de todos modos no me gusta el boxeo y he visto pocas películas con ese tema. Robert Ryan era un magnífico actor.
ResponderEliminarSaludos.
Que tal Lola!
EliminarEs una pena que no seas muy seguidora de este digamos subgenero. La pelicula se desarrolla en su practica totalidad entre el ring, los vestuarios (aqui los dialogos son tremendos) y el entorno cercano. Hay una critica directa hacia lo que vendria a ser la parte mas oscura del boxeo (las apuestas, el publico, la dureza, etc...), por momentos resulta muy cruda.
Efectivamente, R. Ryan era uno de los buenos actores de la epoca.
En todo caso te dire que las escenas de combate no muestran una violencia muy explicita, es precisamente fuera del cuadrilatero donde esta la parte mas dura de esas vidas.
Gracias por seguir pasando. Por aqui la semana viene movidita de lluvia y viento...
Bicos;)