The Angry Silence (El amargo silencio 1960) Guy Green/El derecho de todos y el derecho de uno

Tom Curtis (Richard Attenborough) es un modesto empleado que deberá afrontar el dilema de secundar la huelga convocada en su factoría. Su negativa a tomar parte en el paro le provocara no pocos problemas a él y a su familia. 

Extraordinaria y muy recomendable película que aborda el eterno debate del derecho a la huelga. Es este un asunto que sigue provocando fuerte controversia, vamos, que sacado en una mesa con varios comensales seguro que enciende la mecha de una posiblemente agria discusión.  Fue precisamente Richard Attenborough junto con el novelista Bryan Forbes quienes le dieron forma a la idea, el actor británico participo como productor y se implicó hasta el final en el proyecto. La película levanto gran polvareda y no fue bien recibida, los sindicatos británicos llamaron al boicot y la cinta tuvo dificultades en la distribución. El mismo Attenborough se plantó en Gales y logro no sin dificultad que los dirigentes sindicales aceptasen un visionado, una vez finalizada la proyección los allí presentes le tributaron una sonora ovación.

El arranque de la película evidencia hacia donde se inclina la balanza. La escena inicial no deja lugar a dudas y la presentación de cierto personaje en seguida nos muestra las cartas boca arriba.  La sintonía con el trabajador al que da vida Attenborough se produce rápidamente. Incluso utilizando ciertas maniobras que demonizan a un estereotipado sindicalismo la película es honesta. Se nos muestran los tres puntos de vista, el colectivo de trabajadores, el empresario y el obstinado empleado que no comparte el punto de vista de sus compañeros. Somos testigos de cómo la hostilidad de los primeros va en aumento, de la indiferencia y desprotección de los jefes de la factoría hacia el operario que no sigue al resto y de la impotencia y sufrimiento que atenaza la vida de Tom Curtis. Con estos y otros elementos más la historia avanza y logra que el espectador milite en un bando. La cinta incluye escenas de gran dramatismo (a destacar el momento en que Curtis explota en el comedor de la fábrica ante el boicot del resto) y resulta asfixiante por su atmosfera. Creo que el mérito de esta espléndida película reside en esa reflexión que nos provoca durante y después de su visionado. Una pena que una película como esta permanezca en el olvido. No puedo más que reconocer que estamos ante una posible obra maestra, esto lo dice alguien que no comparte el trasfondo pero que sí reconoce la gravedad de la trama. Si tienen oportunidad no se la pierdan.