De serie (Deadwood 2004)

Estamos en 1876, en plena fiebre del oro. Deadwood es un pequeño pueblo que aspira convertirse en ciudad. El paisanaje es de lo más variopinto, forajidos, tramperos, chinos, prostitutas, matones, taberneros, tahúres, mineros, predicadores, matasanos, ferreteros, herreros y alguna que otra gente de bien, los menos. Poco a poco iremos formando parte de esta infernal y violenta comunidad. Quién sabe, quizás le tomemos cariño…

Un pequeño lugar donde no paran de suceder cosas

Algunos de sus personajes principales

Uno de los motivos principales que aludió HBO para no continuar con esta serie fueron los elevados gastos de producción. También se ha comentado que hay un proyecto para llevar la historia a la gran pantalla, en todo caso quienes nos quedamos huérfanos con la inesperada desaparición de este maravilloso western repleto de violencia, sexo, droga y personajes shakesperianos seguiremos maldiciendo al ejecutivo que tuvo esa abominable idea. Me aventuro a recomendar a los amantes del cine de vaqueros sus 3 temporadas (36 episodios) y seguro que no les defraudara. La puesta en escena, el reparto (hay interpretaciones memorables), el guion, los personajes históricos, los giros, la falta de moral, la muerte justificada, el nacimiento de una comunidad, el identificarse con el villano ante la llegada de otro todavía mas sanguinario, en definitiva, el salvaje oeste. Pinceladas de los grandes directores del género planean sobre esta magnífica y memorable serie de televisión, aunque la verdad diría que hace tiempo que estos productos pensados para la pequeña pantalla han cruzado la frontera de río Grande y no tienen nada que envidiarle a sus antepasados del celuloide. Aun habiendo dejado la trama inconclusa sigue siendo muy recomendable.