Se está convirtiendo en
costumbre que día si y día también nos encontremos con la típica meada fuera
del tiesto del recién elegido presidente de los EEUU. Hace pocos días leí algo
sobre una asociación de psiquiatras de ese país que advertían sobre ciertos
desequilibrios que habían detectado en el nuevo inquilino de la casa blanca. En
todo caso esperemos que la cordura se imponga sobre ese tupe. Saludamos al fin
de semana con una versión del clásico de Don McLean. Sean felices y vean buen
cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario