El género documental no
es que goze precisamente del fervor del público. Por lo general suelen ser
producciones con una importante carga critica o de denuncia, recreación de
hechos históricos, escándalos y en algunos casos loas a ídolos deportivos.
Supongo que al personal poco o nada le apetece que le expliquen lo mal que va
la cosa o como nos estamos cargando el planeta, entiendo que la pretensión
cuando alguien se sienta delante de una pantalla sea para evadirse y pasar un
buen rato, aunque de vez en cuando no este de más ponerse al día. Ojala que
alguno de nuestros mandatarios mundiales se parase a recapacitar si realmente
vale la pena seguir destrozando el lugar en que vivimos.
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