El cine parroquial se
encontraba justo enfrente
Por más que rebusco en
mi memoria no sabría decir cuándo fue la primera vez que pise un cine y menos
la película que vi. Mi madre y mi tía ya fallecieron y nunca se me dio por
preguntarle por ese detalle en particular. Pero atando cabos creo que
seguramente fuese el cine parroquial de Santiago El Mayor. Digo esto pues si
recuerdo muy bien cómo siendo pequeño salíamos del cine e íbamos a misa. Todavía
lo estoy viendo, una taquilla minúscula en la entrada, un pasillo con olor a
humedad, unas baldosas descoloridas, un pequeño kiosko donde vendían caramelos
pipas y poco más, pero lo más maravilloso eran aquellos posters con las películas
que se irían proyectando próximamente. Normalmente eran películas de aventuras,
recuerdo varias del Zorro, los tres mosqueteros, Cantinflas, Fumanchu y unas un tanto
extrañas que deberían de ser serie B o similar.
Otra cosa de la que si
me acuerdo en aquel viejo cine eran sus asientos. No tenían ningún tipo de
forro, es decir, madera pura y dura. La mayoría de las películas que he citado
no han soportado el paso del tiempo, salvo alguna excepción. Pero para mí
tienen un significado especial y formaron parte de mi lejana infancia.
Cines Salesianos en la
calle Venezuela
En lo que no tengo
dificultades es en identificar la primera vez que pise un cine solo, es decir
sin la compañía de mi madre, aunque esta vez no fue exactamente “solo”, había quedado
con unos amigos del colegio. Me costó mucho obtener el permiso de mi madre, yo
era hijo único y además llevaba el estigma por aquel entonces de ser “hijo de
soltera”, esto ahora suena raro, pero en aquellos tiempos no era nada fácil, mi
madre y mi tía trabajaron y muy duro para sacarme adelante sin ayuda, yo por
otro lado sufrí alguna burla y pase malos momentos, los críos pueden ser muy
crueles y los mayores más. Como iba diciendo, finalmente mi madre accedió a mi
petición, eso sí, acompañándome hasta la puerta del mismo cine. La foto
anterior corresponde al aspecto del cine por aquel tiempo, finales de los 70 más
o menos. Una sala con una buena pantalla aunque con unos asientos plásticos no
mucho más cómodos que el viejo Santiago El Mayor. ¿Y cuál fue la película que
proyectaban aquel domingo en que estrenaba cierta libertad?...
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