Estamos en Hollywood, 1927, a falta de un par de años para el crack del 29. El cine mudo manda, goza de buena salud y sus estrellas viven su época dorada. George Valentin (Jean Dujardin) es una de esas estrellas que un día conoce por casualidad a una joven a la salida de un estreno. Peppy Miller (Bérénice Bejo) es una admiradora como otra cualquiera que por circunstancias del destino se convertirá en una estrella de Hollywood. La llegada del cine sonoro pondrá en peligro la supremacía y amenazara con el olvido a toda la nomina de rutilantes estrellas del momento.
Peppy se decide y logra su momento de fama
Cosa que parece no gustar a Doris (Penelope Ann Miller)…
He de decir que me lleve una grata sorpresa al comprobar que no era el único en la sala, después de casi dos semanas de haber sido estrenada me alegro comprobar que más gente se atrevía a pagar una entrada para ver una película muda y en blanco y negro.
En el film abundan los guiños, este me recuerda a Cantando bajo la lluvia (1952)
Sus 100 minutos van como la seda. Constantes homenajes, escenas maravillosas, unos actores que han sabido dar la talla, una dirección fantástica, una puesta en escena que no lo parece, un casting genial, una peluquería y un maquillaje que consigue el milagro…
A solas con sus recuerdos
A Peppy le cambia la vida de la noche a la mañana
George y su inseparable amigo
Para aquellas personas a las que les guste el cine silente y para quienes no han disfrutado o no se han atrevido a ponerse delante de una obra de Murnau, de Lang, de Chaplin, de Keaton o de tantos otros, esta puede ser una maravillosa manera de iniciarse…
No hay comentarios:
Publicar un comentario