Eran los años de las teles en glorioso blanco y negro. Los años de un par de galletas con una onza de chocolate en el medio (precursoras de las Príncipe). Los años de los pantalones cortos y las coderas. Esos años que tan bien ha reflejado la serie Cuéntame emitida por TVE. Pues si, a los que ya pasamos la cuarentena, aquellos que disfrutábamos con las pelis de primera sesión después de los dibujos de las 3 y media, a todos aquellos la imagen de Johnny Weismuller o Tarzan, se nos antojaba como la perfecta representación del héroe de nuestros sueños.
Eran pelis que quizás vistas hoy pudieran haber perdido un poquito de aquella magia. Sus argumentos eran simples, pero eso si, eran películas de aventuras que a todos nos mantenían pegados a las pantallas de aquellos viejos televisores. Películas de las que hablabas luego al bajar al barrio, entre bocado y bocado de bocadillo de lo que se terciara volvías a recrearte con aquel tipo que iba de liana en liana, nadaba como nadie, y no tenia problema en verse las caras con un cocodrilo.
Siempre nos quedaran sus películas, esas que posiblemente el tiempo ha maltratado, pero que en definitiva nos proporcionaron muchas tardes mágicas y llenas de sueños.
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