Unos diamantes
enterrados en Sudáfrica y que alguien quiere recuperar, lo cual no será empresa
fácil. Entre medias personajes varios a cada cual con sus intereses.
La primera sensación al
ver esta película es que nos encontramos en Casablanca
(1942), la presencia del trio Rains/Lorre/Henreid
es como una nube que nos recuerda a ese clásico entre los clásicos. Dejando a
un lado ese pequeño detalle diré que sus 103 minutos proporcionan un buen
entretenimiento, sus protagonistas principales cumplen su cometido, desde el sádico
Henreid, hasta el corajudo Lancaster, eso sin olvidar al cínico por
excelencia Rains, a la guapísima y
maravillosa Calvet y al eterno
buscavidas Lorre. Buena y muy
recomendable.