Sin ánimo de ofender

Hace unos días me sorprendía una afirmación por parte de una presentadora de Telemadrid que comentaba algo así como “las películas de John Wayne las ven señores mayores”. El contexto de esta afirmación era una entrevista en la cual se hablaba sobre los cambios que se estaban realizando en esa cadena autonómica. Reconozco que me quede un poco a cuadros pues en cierto modo me siento doblemente aludido. Por un lado, reconozco que John Wayne figura entre mis actores preferidos, sin ánimo de alardear diré que reconozco al segundo el timbre de su voz el cual es muy particular y por otro posiblemente a mis 51 años puedo ser considerado un “señor mayor” para muchas personas. En realidad, en la entrevista se podía leer entre líneas cierta animadversión por parte de esta profesional a ciertos contenidos que consideraba casposos o que deberían ser barridos de la parrilla. No diré que ciertamente algunos programas provocan vergüenza ajena pero ciertas dobles lecturas me pueden llegar a incomodar. Trazar supuestos perfiles ideológicos dependiendo del tipo de películas que una persona vea me tiene la misma base científica que cuando la inquisición llevaba a cabo los llamados juicios de dios. En mi descargo puedo dar fe que con 25 años ya sentía fascinación por este actor y por otras muchas estrellas del viejo Hollywood así que no necesariamente se deben peinar canas para disfrutar con sus películas. Resumiendo, vean ustedes las películas que les dé la gana, disfruten con la lectura de los libros que les apetezca, blasfemen si lo necesitan, mientan de vez en cuando y a todos esos Torquemadas de nuevo cuño ni les hagan caso. ¡Sean felices!