Es posible que de una
vez por todas Daniel Radcliffe se haya quitado de encima la sombra de aquel
personaje con gafas que le lanzó al estrellato, esa al menos ha sido mi
sensación al ver esta estupenda película y de verdad que agradezco haber
borrado de mi subconsciente al por unos años sempiterno Harry Potter. Estamos ante una más que interesante y entretenida película
de aventuras (¡y que aventuras!) rodada en unos fascinantes y bellos parajes
naturales que pone de manifiesto lo vulnerables que somos en cuanto nos sacan
de nuestro entorno habitual. Reflexiones y sensaciones varias durante sus casi
dos horas de metraje, las ganas de descubrir cosas nuevas, el empeño, la
amistad, la perseverancia, la lucha con uno mismo, el dolor (por momentos lo
pasas mal…), la humedad, el miedo, la fe y las ganas de vivir. Recomendable. Te
hara reconsiderar el próximo destino de tus vacaciones…
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