Hell or High Water
es un idiom (en inglés suelen ser modismos o frases hechas, la mayoría
de las veces si las traducimos no vienen a significar gran cosa, o al menos eso
nos puede parecer) que significa algo así como contra viento y marea o suceda
lo que suceda, algo que en realidad guarda mucha relación con el
argumento de esta historia.
Tanner (Ben Foster) y
Toby (Chris Pine) son dos hermanos que se dedican a atracar bancos, el botín de
cada uno de esos robos ira dedicado a pagar la deuda contraída con el banco, de
lo contrario perderán la granja familiar. Sus continuos asaltos provocara toda una operación de búsqueda encabezada por dos rangers, Marcus
Hamilton (Jeff Bridges) y Alberto Parker (Gil Birmingham) que no pararan hasta dar
con ellos.
Decisión tomada
Vamos tras ellos
Tentando a la suerte
Toda la acción se
desarrolla en pequeños núcleos rurales
¿Qué van a tomar?
Toby, divorciado y
comedido
Tanner, recién salido
de la cárcel y con cierta tendencia a meterse en líos
Marcus, a punto de
jubilarse y con ganas de atrapar a estos tipos
Cierto punto de crítica
social, la pintada viene a decir algo así como: Tres campañas en Irak pero sin auxilio financiero para gente como nosotros
Conversación padre-hijo
Al límite
Al parecer la pelicula
provoco gran sorpresa y agrado en el último festival de Cannes y tanto el film como sus protagonistas ya suenan para los Oscar. He de decir que me ha parecido de
lo mejor que he visto en 2016. La elección de Jeff Bridges aporta un sello de
calidad al ya de por si estupendo reparto. Ramalazos de los hermanos Cohen en
uno de esos escenarios en los que se desenvuelven tan bien, esa América profunda
con sus claros y oscuros. Amargura entre líneas, apología de las armas (nunca
se sabe, por lo que pueda ocurrir…), falta de esperanza, horizontes
polvorientos y posibles votantes de Trump. Interesante de principio a fin.
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