miércoles, 14 de septiembre de 2016

¡Un teléfono por favor!


Hace tiempo que las cabinas telefónicas han ido mutando en fósiles que apenas sirven para soportar pintadas y carteles. El mantenimiento brilla por su ausencia y cada vez es más difícil encontrar una en condiciones. Lo mismo sucede en bares y cafeterías, se les ha aplicado una especie de eutanasia para liberar espacio en las barras. Todos llevamos 4G en el bolsillo y no hay problema. Pero resulta que un día sales de casa y no te lo llevas puesto, paras en doble fila para ir a un cajero y al volver el coche se niega a arrancar, tu acompañante también se lo ha dejado en casa y cuando entras en todas las cafeterías de alrededor te miran con cara rara cuando preguntas si tienen teléfono. Afortunadamente ahora todos disponemos de miles de minutos y siempre hay un alma caritativa que te ofrece su terminal, menos mal…


2 comentarios:

  1. Me has hecho recordar las largas colas que hacía en Salamanca por las noches para poder llamar a casa o a mi gente desde cabinas que utilizábamos antes de la era 4G…

    A veces pienso que esto va a demasiada velocidad y que estaría bien pararse un ratito….



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    Respuestas
    1. Que tal LU!
      Esas colas a las que te refieres también las experimente en una galaxia muy lejana...jeje
      Opino lo mismo, vivimos en un torbellino y no tiene pinta de que pare. Esto de la tecnología esta muy bien y nos ha cambiado en cierto modo la vida, pero en ocasiones creo que al día le faltan horas.
      Venga, bicos:)

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