Willis O’Brien
trabajando para la realización de The
Lost World (1925)
La llegada de los
efectos especiales generados por ordenador ha supuesto que muchas ideas que permanecían
en cajones debido a su dificultad para llevarlas a la pantalla acabasen viendo
la luz. Lo cierto es que a día de hoy se consiguen resultados asombrosos aunque
de vez en cuando también se suele abusar de este recurso y al final lo de menos
es la historia que se quiere contar. No reniego de las nuevas tecnologías y
disfruto con ellas, pero desde luego que el mérito que tenían aquellos artistas
no merece caer en el olvido. En todo caso dejemos volar la imaginación y
olvidemos que es lo que hay detrás…
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