Londres 1957, en breve
comenzara el rodaje de The Prince and the
Showgirl (El príncipe y la corista), todos esperan con impaciencia la
llegada de la explosiva y deseada Marilyn,
entre ellos el director y actor de la película, el mismísimo Laurence Olivier.
Se ultiman los preparativos para tenerlo todo a punto, por allí aparece un
joven y entusiasta Colin Clark dispuesto a hacerse un hueco entre tanto
artista, algo que consigue con empeño y buena disposición. Aterriza M. M. junto
a su marido Arthur Miller, era la primera vez que la bella y rubia californiana
rodaba una película fuera de los USA. El bueno de Colin hace buenas migas con
la estrella y se convierte en una especie de anfitrión/confesor/amigo. El
rodaje comienza…
Kenneth Branagh en la
piel de Laurence Olivier
Juia Ormond, correctísima
como Vivien Leigh
Eddie Redmayne en la
piel de Colin Clark
El gran desafío para
Michelle Williams
Estoy empezando a
considerar que son muchos los prejuicios con determinadas películas. Es posible
que pueda sonar pedante y un poco ridículo pero me cuesta y suelo evitar la
representación de figuras que idolatro. Conocía la existencia de esta película pero
como digo mis creencias cinéfilas (procuro no utilizar mucho este término, me
suena a enfermedad venérea…) me frenaban el ímpetu por verla. Ha sido de nuevo
la recomendación del amigo Alí Reyes y una estupenda entrada de su blog lo que
me ha llevado a ponerme con ella.
¿Estaré soñando?
¿A quién estas mirando?
Esta chica siempre
llega tarde
Testigos de excepción
Te querré siempre
Al inicio con los títulos
de crédito logre sacudirme los primeros prejuicios. Una música delicada y unas
primeras imágenes prometían un óptimo resultado. Comenzaron a desfilar actores
y actrices poniéndose en la piel de actores y actrices, por momentos no lograba
diferenciar a unos de otros. Apareció ella, radiante y eclipsando todo a su
alrededor, al poco no recordaba quien era quien.
Cualquiera que haya leído
sobre la figura de Marilyn encontrara más que interesante esta película. Sus
miedos, angustias e inseguridades están presentes, sus olvidos con los diálogos
(Laurence Olivier acabo de los nervios), sus pataletas y sobre todo la
fascinación que provocaba su presencia. La desconfianza de Vivien Leigh, la
frialdad de Arthur Miller, los celos de Milton Greene y la maravillosa
experiencia de Colin Clark. Por destacar un detalle de entre muchos, la entrada
de Marilyn en el pub… Excelente película muy recomendable para descreídos y cinéfilos
recalcitrantes, entre los que me incluyo.
"Comenzaron a desfilar actores y actrices representando a actores y actrices hasta que se me olvidó quién era quien" Esa descripción que haces es exactamente lo mismo que me pasó a mí al ver tan interesante película.
ResponderEliminar¡Sabía que te gustaría!y gracias por ese enfrentamiento de fotos, es la mar de ilustrativo
"Comenzaron a desfilar actores y actrices representando a actores y actrices hasta que se me olvidó quién era quien" Esa descripción que haces es exactamente lo mismo que me pasó a mí al ver tan interesante película.
ResponderEliminar¡Sabía que te gustaría!y gracias por ese enfrentamiento de fotos, es la mar de ilustrativo
Perdona que repetí el comentario, pero quería decir también la facultad para advertir cosas que había pasado por alto. Eso es lo bueno de ir al cine con gafas...rias
ResponderEliminarQue tal Alí!
EliminarEl reparto es muy bueno y en ello creo que radica lo interesante que resulta la película, nadie sobreactua y en ningún momento sentí la necesidad de mirar el reloj. Luego he estado leyendo sobre la figura de Colin Clark, aunque en realidad fue al leer tu reseña cuando descubrí a este interesantisimo personaje. Desde luego que los olvidos de Marilyn han sido siempre muy comentados, ya en la siguiente pelicula que rodo Marilyn (Con faldas y a lo loco // Some Like It Hot 1959) fueron muy sonados sus imperdonables "lagunas mentales", se cuenta que incluso frases de apenas 4 o 5 palabras le resultaban muy complicadas de memorizar, se llegaron a poner papeles pegados por el decorado para ayudarla, Billy Wilder también se puso de los nervios.
Muchas gracias por seguir pasando, un abrazo hermano!