domingo, 10 de abril de 2016

My week with Marilyn (Mi semana con Marilyn 2011) Simon Curtis/Sencillamente deliciosa


Londres 1957, en breve comenzara el rodaje de The Prince and the Showgirl (El príncipe y la corista), todos esperan con impaciencia la llegada de la  explosiva y deseada Marilyn, entre ellos el director y actor de la película, el mismísimo Laurence Olivier. Se ultiman los preparativos para tenerlo todo a punto, por allí aparece un joven y entusiasta Colin Clark dispuesto a hacerse un hueco entre tanto artista, algo que consigue con empeño y buena disposición. Aterriza M. M. junto a su marido Arthur Miller, era la primera vez que la bella y rubia californiana rodaba una película fuera de los USA. El bueno de Colin hace buenas migas con la estrella y se convierte en una especie de anfitrión/confesor/amigo. El rodaje comienza…

Kenneth Branagh en la piel de Laurence Olivier

Juia Ormond, correctísima como Vivien Leigh

Eddie Redmayne en la piel de Colin Clark

El gran desafío para Michelle Williams

Estoy empezando a considerar que son muchos los prejuicios con determinadas películas. Es posible que pueda sonar pedante y un poco ridículo pero me cuesta y suelo evitar la representación de figuras que idolatro. Conocía la existencia de esta película pero como digo mis creencias cinéfilas (procuro no utilizar mucho este término, me suena a enfermedad venérea…) me frenaban el ímpetu por verla. Ha sido de nuevo la recomendación del amigo Alí Reyes y una estupenda entrada de su blog lo que me ha llevado a ponerme con ella. 

¿Estaré soñando?

¿A quién estas mirando?

Esta chica siempre llega tarde

Testigos de excepción

Te querré siempre

Al inicio con los títulos de crédito logre sacudirme los primeros prejuicios. Una música delicada y unas primeras imágenes prometían un óptimo resultado. Comenzaron a desfilar actores y actrices poniéndose en la piel de actores y actrices, por momentos no lograba diferenciar a unos de otros. Apareció ella, radiante y eclipsando todo a su alrededor, al poco no recordaba quien era quien.


Cualquiera que haya leído sobre la figura de Marilyn encontrara más que interesante esta película. Sus miedos, angustias e inseguridades están presentes, sus olvidos con los diálogos (Laurence Olivier acabo de los nervios), sus pataletas y sobre todo la fascinación que provocaba su presencia. La desconfianza de Vivien Leigh, la frialdad de Arthur Miller, los celos de Milton Greene y la maravillosa experiencia de Colin Clark. Por destacar un detalle de entre muchos, la entrada de Marilyn en el pub… Excelente película muy recomendable para descreídos y cinéfilos recalcitrantes, entre los que me incluyo.





4 comentarios:

  1. "Comenzaron a desfilar actores y actrices representando a actores y actrices hasta que se me olvidó quién era quien" Esa descripción que haces es exactamente lo mismo que me pasó a mí al ver tan interesante película.
    ¡Sabía que te gustaría!y gracias por ese enfrentamiento de fotos, es la mar de ilustrativo

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  2. "Comenzaron a desfilar actores y actrices representando a actores y actrices hasta que se me olvidó quién era quien" Esa descripción que haces es exactamente lo mismo que me pasó a mí al ver tan interesante película.
    ¡Sabía que te gustaría!y gracias por ese enfrentamiento de fotos, es la mar de ilustrativo

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  3. Perdona que repetí el comentario, pero quería decir también la facultad para advertir cosas que había pasado por alto. Eso es lo bueno de ir al cine con gafas...rias

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    Respuestas
    1. Que tal Alí!
      El reparto es muy bueno y en ello creo que radica lo interesante que resulta la película, nadie sobreactua y en ningún momento sentí la necesidad de mirar el reloj. Luego he estado leyendo sobre la figura de Colin Clark, aunque en realidad fue al leer tu reseña cuando descubrí a este interesantisimo personaje. Desde luego que los olvidos de Marilyn han sido siempre muy comentados, ya en la siguiente pelicula que rodo Marilyn (Con faldas y a lo loco // Some Like It Hot 1959) fueron muy sonados sus imperdonables "lagunas mentales", se cuenta que incluso frases de apenas 4 o 5 palabras le resultaban muy complicadas de memorizar, se llegaron a poner papeles pegados por el decorado para ayudarla, Billy Wilder también se puso de los nervios.
      Muchas gracias por seguir pasando, un abrazo hermano!

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