Willis O’Brien
trabajando para la realización de The
Lost World (1925)
La llegada de los
efectos especiales generados por ordenador ha supuesto que muchas ideas que permanecían
en cajones debido a su dificultad para llevarlas a la pantalla acabasen viendo
la luz. Lo cierto es que a día de hoy se consiguen resultados asombrosos aunque
de vez en cuando también se suele abusar de este recurso y al final lo de menos
es la historia que se quiere contar. No reniego de las nuevas tecnologías y
disfruto con ellas, pero desde luego que el mérito que tenían aquellos artistas
no merece caer en el olvido. En todo caso dejemos volar la imaginación y
olvidemos que es lo que hay detrás…
Una de las más
vergonzosas y terribles etapas históricas de los EEUU. Seguro que toda la
población desearía que aquello no hubiese sucedido jamás, aunque
desgraciadamente todavía existen minorías que se envuelven en símbolos que
recuerdan aquella sinrazón. El diseño del poster me parece magnifico.
Creo que a día de hoy
casi todas las salas comerciales han digitalizado el sistema de proyección,
algo he oído acerca de alguna que todavía utiliza bobinas pero son un rara
excepción. Todavía recuerdo siendo niño como en ocasiones la filmación se detenía
o se atascaba el proyecto con la consiguiente protesta generalizada de la sala,
hoy las cosas son totalmente diferentes.
Aquellos viejos
proyectores podrían provocar incluso un incendio
Celuloide, la palabra
en si ya estimula nuestra imaginación
Historias enlatadas
Cinema
Paradiso (1988), una maravillosa película que habla de
lo que fueron aquellos viejos cines
A mí me da la sensación
de que esto es un trasporte de órganos o similar
Diría que ha perdido
todo su encanto
Aunque luego en la
oscuridad de la sala poco importa el envoltorio
Ya puestos a cerrar con
una escena creo que esta encaja a la perfección, no es que te emocione,
sencillamente te agarra el corazón y ya no lo suelta…
Me encanta esta imagen.
Ahí tenemos a la tremenda y explosiva Jayne Mansfield (la foto esta datada en
1961, la actriz contaba 28 años) marcándose un baile con un joven soldado de
los USA. El contrapicado de la foto es perfecto, la postura de ambos genial y sobre
todo la mirada del chico. Son muchas las escenas inolvidables con bailes
de por medio, de lo más reciente me quedaría
con esta…
Londres 1957, en breve
comenzara el rodaje de The Prince and the
Showgirl (El príncipe y la corista), todos esperan con impaciencia la
llegada de la explosiva y deseada Marilyn,
entre ellos el director y actor de la película, el mismísimo Laurence Olivier.
Se ultiman los preparativos para tenerlo todo a punto, por allí aparece un
joven y entusiasta Colin Clark dispuesto a hacerse un hueco entre tanto
artista, algo que consigue con empeño y buena disposición. Aterriza M. M. junto
a su marido Arthur Miller, era la primera vez que la bella y rubia californiana
rodaba una película fuera de los USA. El bueno de Colin hace buenas migas con
la estrella y se convierte en una especie de anfitrión/confesor/amigo. El
rodaje comienza…
Kenneth Branagh en la
piel de Laurence Olivier
Juia Ormond, correctísima
como Vivien Leigh
Eddie Redmayne en la
piel de Colin Clark
El gran desafío para
Michelle Williams
Estoy empezando a
considerar que son muchos los prejuicios con determinadas películas. Es posible
que pueda sonar pedante y un poco ridículo pero me cuesta y suelo evitar la
representación de figuras que idolatro. Conocía la existencia de esta película pero
como digo mis creencias cinéfilas (procuro no utilizar mucho este término, me
suena a enfermedad venérea…) me frenaban el ímpetu por verla. Ha sido de nuevo
la recomendación del amigo Alí Reyes y una estupenda entrada de su bloglo que
me ha llevado a ponerme con ella.
¿Estaré soñando?
¿A quién estas mirando?
Esta chica siempre
llega tarde
Testigos de excepción
Te querré siempre
Al inicio con los títulos
de crédito logre sacudirme los primeros prejuicios. Una música delicada y unas
primeras imágenes prometían un óptimo resultado. Comenzaron a desfilar actores
y actrices poniéndose en la piel de actores y actrices, por momentos no lograba
diferenciar a unos de otros. Apareció ella, radiante y eclipsando todo a su
alrededor, al poco no recordaba quien era quien.
Cualquiera que haya leído
sobre la figura de Marilyn encontrara más que interesante esta película. Sus
miedos, angustias e inseguridades están presentes, sus olvidos con los diálogos
(Laurence Olivier acabo de los nervios), sus pataletas y sobre todo la
fascinación que provocaba su presencia. La desconfianza de Vivien Leigh, la
frialdad de Arthur Miller, los celos de Milton Greene y la maravillosa
experiencia de Colin Clark. Por destacar un detalle de entre muchos, la entrada
de Marilyn en el pub… Excelente película muy recomendable para descreídos y cinéfilos
recalcitrantes, entre los que me incluyo.
Es cada vez más
frecuente que los trailers ofrezcan
demasiada información sobre la película y en ocasiones incluso desvelan
aspectos de la trama que deberíamos desconocer. En el caso de las comedias fastidian gran parte de las bromas y luego el
efecto ya no provoca la supuesta carcajada. No tengo la más mínima idea de que
va esto, pero por un momento me ha metido cierta inquietud en el cuerpo.