Cuando la acción tiende
a desarrollarse en trenes o en barcos la cosa promete, este es el caso. Película
de aventuras (algunos críticos parece que últimamente reniegan del género,
ellos se lo pierden…) que se ve con agrado. Historia épica que muestra de que
estaban hechos aquellos tripulantes de barco. La simple presencia del personaje
de Herman Melville ya resulta atrayente. Algún palo le ha caído sobre la calidad de los efectos especiales. Ya sabemos que el líquido elemento no se
deja dominar por mucha tecnología que tengamos, en todo caso me han parecido
correctos. Recomendable.
En primer lugar mi hermano. Desde el título de esta película, ya me ha llamado la atención, y con tu comentario mucho más. Por cierto, la foto del poste está buenísima.
ResponderEliminarNOTA Necesito comentar en tus dos entradas anteriores. Voy para allá
Que tal Alí!
EliminarCreo te gustara, aunque bueno, en esto de los gustos ya sabes, a veces algo que entusiasma a unos aburre a otros, ya me tiene pasado en alguna ocasión...jeje
Es cierto, esa imagen del poster es magnifica.
Lo dicho, siempre agradecido por tus comentarios.
Un abrazo hermano!