jueves, 2 de abril de 2015

La edad de la inocencia

Hawaii 1959 (foto Ralph Crane)

Esta tarde en el agua me he sentido como el abuelo de Heidi, allí rodeado de críos y anhelando poder arañar alguna ola. En esas esperas entre series siempre hay tiempo para poner en orden las ideas y hoy entre  tanta juventud me dio por divagar conmigo mismo. Me preguntaba si no me estaré convirtiendo en una especie de Max Goldman, ese personaje al que daba vida de forma magistral Walter Matthau en Grumpy Old Men (Dos viejos gruñones 1993), en ocasiones hay quien me lo ha sugerido y me temo que sea verdad. No sé, hay veces en que me molesta el griterío de los críos, sobre todo cuando en alguna cafetería intento leer la prensa con atención. Pero hoy sin embargo no fue así, me sentí a gusto entre ellos, escuchando sus conversaciones intrascendentes, esbozando media sonrisa con su entusiasmo cada vez que bajaban una ola y sobre todo congratulándome de que sus caras radiaban felicidad. Una alegría provocada por un medio natural, sin enchufes, sin 4G, sin cuotas…


2 comentarios:

  1. El tiempo pasa para todos........yo hoy he salido en bici......y me pasaban.......jajajajajajaaj!!!!!....la montaña me parece mucho mas empinada......no será que cada vez soy mas vieja.........jajajajajajaja.

    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, a nosotros lo de que nos rebasen también nos suele pasar, ya no te digo nada cuando bajamos a pegar una carrerilla por el parque...jeje El asunto este de la edad es algo que solemos hablar Carmen y yo. Personalmente creo que debemos aprender a hacernos mayores, con el tiempo vas descubriendo nuevas cosas, nuevos placeres..., yo doy gracias sobre todo a que de salud vamos bien. Por cierto, ayer me pego un subidon con una simple caña que pensé que tenia LSD...jajaja Bueno, quizas fue por estar en ayunas y venir de dos horitas en el agua, seria eso, o la edad...
      Bicos HADA:)

      Eliminar