Hace un par de años me
robaron dos tablas de surf en el garaje y nunca más he vuelto a saber de ellas.
Se les coge cariño y las consideras algo más que un objeto pues te proporcionan
cientos de horas de diversión y alegría. Si, en ocasiones yo también me paro
frente a los escaparates…
No hay comentarios:
Publicar un comentario