Estamos en 1928, Martha Ivers (Janis Wilson) es una niña que planea escaparse del pueblo con Sam Materson (Darryl Hickman) un chico de su edad. Esa noche son sorprendidos en la estación, Martha es conducida a su casa y reprendida por Mrs. Ivers (Judith Anderson). Esa misma noche Sam regresa para fugarse con Martha pero un terrible desenlace tiene lugar, Mrs. Invers fallece al caer por las escaleras, Sam abandona el pueblo y Martha hereda la fortuna de su padre ya fallecido. Años más tarde Sam (Van Heflin) regresa a Iverstown y se encuentra que Martha (Barbara Stanwyck) es una bella y poderosa mujer que se ha casado con Walter O’Neil (Kirk Douglas), un tímido y apocado amigo de la infancia que ahora desempeña un importante puesto político. Entre medias aparece Toni Marachek (Lizabeth Scott) y hace buenas migas con Sam. A partir de aquí comienza una oscura y truculenta historia de mentiras, pasión, amistad, celos y ansias de poder.
Amigos de la infancia…
Una estupenda y magnifica muestra del buen cine de los 40. Con esas tramas simples y sencillas de entender, personajes bien dibujados y un delicioso cínico como es Kirk Douglas que ya comenzaba a asomar la patita…
Una pausa durante el rodaje y un café con el director
Las piezas que conforman este peligroso triangulo no podían estar mejor encarnadas. Por un lado el bueno de Van Heflin, honrado, honesto, justo y cabal. Luego tenemos a un Kirk Douglas enfermizo, rencoroso y traicionero. El punto femenino lo aporta la peligrosa y ardiente Barbara Stanwyck, juntos conforman una receta perfecta para una estupenda muestra de film noir.
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