II Guerra Mundial, Roy Cronin (Robert Taylor) un oficial británico recuerda paseando por el puente de Waterloo como hace algunos años en plena I Guerra Mundial conoció al amor de su vida. Sucedió durante un ataque aéreo que Myra (Vivien Leigh) y Roy se vieron por primera vez y acabaron enamorándose. Luego Roy marchara al frente, a las trincheras donde la probabilidad de volver con vida era mínima. Antes de marcharse la pareja decide casarse pero en el último momento no pueden. Una vez en el frente Myra espera el regreso de su amado. Desgraciadamente recibe la noticia de su muerte. Abandona su trabajo como bailarina de ballet e inicia una nueva vida, no encuentra trabajo y acaba como prostituta. Un día estando en la estación buscando clientes entre la tropa que regresa del frente se encuentra con Roy, todo cambia. El oficial la presenta a su familia, gente de clase alta, se prepara la boda, pero Myra no es capaz de ocultar su pasado. El final nos tiene preparado un terrible e inesperado desenlace.
Esa noche el destino unió sus vidas
El cine está plagado de maravillosas e inolvidables historias de amor. Sin lugar a dudas esta película perfectamente podría encajar en una reducida lista de grandes obras maestras. El amor puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar, pero esos amores que aparecen en circunstancias excepcionales acaban siendo pasiones excepcionales. Maravilloso blanco y negro para un delicioso drama.
Me encanta esta película,los actores fantásticos... fiel seguidora de los dos:)))
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