La exitosa vida de Adrián Doria (Mario Casas) pegara un giro total que hará
que todo su mundo se venga abajo. El joven y brillante empresario deberá demostrar
su inocencia en un caso de asesinato y no lo tendrá fácil pues todas las
pruebas le apuntan a él.
Desconocía por completo esta estupenda película hasta que dos personas me
la mencionaron. Fue en la cena navideña hablando de cine con mi sobrino que me insistió
en que tenía que verla, pocos días después curiosamente volvían a mencionarla,
esta vez fue Frodo (FrodoBlog) quien en un
comentario sobre el cine español me comento que la había visto y que estaba muy
bien. Pues allá que me puse con ella y de verdad que me pasé un muy buen rato. El
arranque puede recordarnos a otras tramas o historias ya vistas pero a medida
que avanza el asunto la cosa va sacudiéndose toda posible semejanza con otras películas
similares. La acción nos agarra desde el principio, apenas hay preámbulos y
entramos rápidamente en faena. Por momentos comenzamos con las hipótesis,
creemos tener todos los cabos atados y de repente se nos viene abajo el castillo
de naipes. El director y autor de la historia Oriol Paulo juega con nosotros,
nos lleva y nos trae a su antojo, los giros en la trama están bien
argumentados, el guion es consistente y el reparto cumple con nota. Además de
mantenernos pegados a la pantalla de inicio a fin (¡ojito con ese inesperado final!)
la historia plantea cuestiones interesantes y algún que otro debate moral. Una más
que recomendable película que seguro les sorprenderá.
Me la apunto ya.
ResponderEliminarBuen día
Que tal LU!
EliminarCreo que te gustara. A mi al menos me mantuvo la intriga hasta el final.
Venga, abrigate que parece que la cosa va a enfriar, bicos:)