Por un puñado de euros

La bajada en los precios de las entradas ha provocado (como ya viene siendo habitual en anteriores ocasiones) una gran afluencia a las salas de cine. Esto vuelve a poner sobre la mesa el debate de si es caro o no acceder a una sala comercial. Veamos, hace pocos días pagamos casi 17€ por dos entradas para una sesión de domingo noche. La verdad que no resulta barato pero si lo comparamos con otras opciones como pueden ser el futbol o un concierto al final puede que sea la opción más económica. Hoy casi todas las cadenas de cines tienen sus tarjetas con las cuales puedes obtener interesantes descuentos, sobre todo si se va por la semana. Sinceramente creo que no son los precios de las entradas lo que ha vaciado las salas, la irrupción de internet y la facilidad para ver/descargar una película ha sido lo que ha provocado que el personal opte por quedarse en casa, si a eso le añadimos que los equipos de visionado/sonido han experimentado una mejora notable pues eso, que cada vez será más complicado llenar una sala oscura. 

¿Y si me llama alguien?

Por una cosa o por otra el caso es que no nos despegamos de ellos. Sería absurdo renegar y poner en duda sus ventajas. Casi me atrevería a decir que se han convertido en un apéndice de nuestro cuerpo. El caso es que esta tarde me decidí a olvidarme deliberadamente de su existencia. Salí con la bici pues la temperatura invitaba a cualquier actividad al aire libre. Las dos horas que me ausente permaneció inmóvil en donde lo deje. Volví, me di una ducha y baje a darle un vistazo a la prensa y a disfrutar de un café. Todo transcurrió con normalidad. Al regresar a casa evite el contacto visual y ni le preste atención. Han pasado unas cuantas horas y he sobrevivido…

Elle (2016) Paul Verhoeven/Sospechas y riesgos deseados

 Una violación y unos cuantos sospechosos. Un entorno elegante pero plagado de peligros. Un juego donde confluyen el placer y el riesgo. Una trama que no permite apartar la vista un instante. Una venganza que va tomando cuerpo. Todo ello perfectamente orquestado por el maestro Verhoeven. De lo mejor que he visto este año. Muy recomendable.

De un tiempo a esta parte

Al principio me daba por satisfecho por estar en la última fila y no tener a nadie detrás, lo de los golpecillos con los pies en mi respaldo era una cosa que me ponía de los nervios. Ahora ya no me llega con eso, necesito no tener a nadie a mí alrededor, exceptuando la persona que me acompaña. Es por eso que cuando llego a la taquilla y le solicito una butaca sin nadie a izquierda, derecha, detrás o adelante me suelen mirar con cierta extrañeza. Sé que esto puede derivar en una fobia algo más seria, pero bueno, cada uno tiene sus manías…

Inferno (2016) Ron Howard/Insipida y absolutamente prescindible

Un bonito envoltorio (el que la acción tenga lugar en Florencia era uno de sus atractivos...), un Tom Hanks a la cabeza y una trama que podía proporcionar un rato entretenido, esa era la propuesta. Digamos que la cosa esta entre la indiferencia y el no acabar de meterme en la historia. No leí el libro, quien me acompañaba se lo trago 3 veces y tampoco acabo convencida con la película. Y creo que poco más que añadir…

Variety

Ya por aquel entonces existían ciertos problemas

La bella Louise Brooks

¿En qué piensas Buster?

Dorothy Mackaill allá por 1931

Oskar Homolka y Sylvia Sidney en Sabotage (1936), una de esas joyas de Hitchcock

Pequeños detalles

Aquellos teléfonos

La pareja

Aquel chico de Indiana

Madre e hija (Judy Garland y Liza Minnelli)

Imposible de olvidar

Péinate que nos vamos

No me cuentes películas

The Day the Earth Stood Still (Ultimátum a la Tierra 1951)

Diría que es una expresión en cierto desuso por las generaciones más jóvenes pero hasta hace bien poco su uso era bastante habitual. Como bien es sabido la utilizamos cuando alguien trata de hacernos creer una historia que no se sostiene o que es difícil de creer. El caso es que últimamente son varias las críticas que apelando a la verosimilitud de una trama o situación arrean estopa a una película en cuestión. Por lo general suelo desconectar y no presto atención a ese tipo de asunto, entiendo que el objetivo primordial es pasar un rato lo más entretenido posible. Luego, claro está hay detalles de guion que son metidos a calzador sin explicación ni coherencia utilizando el vale todo, esto ya seria otro asunto a discutir. En todo caso, apaguemos la luz y dejemos volar la imaginación…

Aquellos años

(foto www.milanuncios.com)

Revisando fotos de cuando era niño me encontré con una imagen que al momento me trajo gratos y pesados recuerdos. Allí estaba yo con mis flamantes patines Sancheski, desconozco cuanto pesaba cada uno de aquellos artefactos pero a mí me parecía que llevaba una tonelada atada en cada pie, si a eso añadimos que mi madre cuando me los ponía me ataba aquellos correajes aplicando la mayor de las fuerzas (en ocasiones diría que me provocaba un efecto torniquete…) entenderán que la sensación por momentos me llegaba a provocar cierto dolor y malestar. Recuerdo que tenían una especie de ruedas metálicas que además del ruido dejaban unas marcas en la acera, vamos, tecnología del momento. Y ya que hablamos de patines…

Posicionamientos políticos

Aunque no suelo incluir contenidos que no tengan que ver específicamente con el cine sí que de vez en cuando suelo colar alguna cosilla. Recién llegado a casa me encuentro con que casi todas las televisiones se han hecho eco de las palabras del famoso actor. Me ha llamado la atención la rotundidad de Robert De Niro, el tío no se ha cortado un pelo.

La Cardinale

Ghostbusters (Cazafantasmas 2016) Paul Feig/Nada nuevo bajo el sol

He procurado verla sacudiéndome todos esos prejuicios propios de la edad. La sombra de Ghostbusters (Los Cazafantasmas 1984) sigue siendo muy alargada a pesar de todos los años que han pasado. La película tiene un buen arranque, la factura es correcta y las chicas protagonistas (lo de Chris Hemsworth me provoca vergüenza ajena…) no lo hacen mal. Luego están unos cameos con los protagonistas originales (un Andy García que pasaba por allí) que lo único que hacen es recordarnos lo rápido que pasa el tiempo. La batalla final supongo que con unas gafas 3D debe de resultar bastante atractiva, de hecho es lo más llamativo de la película. Lo dicho, un producto para ver y olvidar en seguida.

Historia para dar y tomar

Ya he perdido la cuenta de cuantas llevamos ya, algunas  son mejores que otras. En todo caso me alegra que se reviva el género. Habrá que esperar unos meses para verla.