Eddie, Clarence y Sal. Los tres son policías. A Eddie (Richard Gere) apenas le quedan siete días para retirarse, es un agente que patrulla las difíciles calles de Brooklyn y está más que hastiado de su labor como policía. Clarence (Don Cheadle), más conocido como Tango lleva tiempo infiltrado, su meta es conseguir un ascenso, su trabajo le está costando. Sal (Ethan Hawke) hace bien su trabajo en la lucha contra la droga, intentara a toda costa cueste lo que cueste conseguir dinero para poder comprar una casa para su familia, incluso si tiene que recurrir a las más oscuras artimañas para conseguirlo. Las vidas de los tres se cruzaran en algún momento, más tarde o más temprano…
Algo llama su atención en el tablón de anuncios…
Cuando nos toca pasar por taquilla y soltar pasta procuramos afinar a la hora de elegir qué película vamos a ver. He de reconocer que durante los cinco primeros minutos comencé a revolverme en la butaca, no me gustaba lo que estaba viendo. La presentación del personaje de Gere me pareció de lo más trillada, poli amargado que se levanta se toma una copa y se pone la pistola en la boca…¡ostias!... ¿si acabamos de comenzar no me fastidies que se nos mata el Gere? Luego con el paso de los fotogramas la cosa va cogiendo cuerpo, la línea argumental va gustando y poco a poco vas entrando en la película.
Hacía mucho tiempo que Snipes no se dejaba ver
El director de este film cuenta con 17 títulos en su haber, sin lugar a dudas Training Day 2001 (Día de entrenamiento) destaca sobre manera, con un estupendo Denzel Washington y con un no menos estupendo y algo más joven Ethan Hawke. Es posible que la crítica americana –la cual recibió con división de opiniones la peli- tuviera muy presente esta cinta y que el mismo director se pusiera –sin saberlo- el listón muy alto, hay que decir que la pareja Washington&Hawke supera por mucho al trio Gere/Cheadle/Hawke.
Problemas a la vista…
No sabría decir con cuál de los tres personajes me quedo, los tres me fascinan. Por un lado tenemos a Eddie (Gere), un patrullero algo quemado, al que le quedan 7 telediarios para retirarse a saber dios donde, aunque parece que su destino podría ser Connecticut, o eso le ha propuesto a la prostituta con la que suele acostarse. Le gusta beber, pagar por el sexo, elude las actuaciones en la calle –comprensible en cierto modo-, honesto, sus compañeros son crueles y lo putean, llevara su placa hasta el final. Luego esta Clarence (Cheadle), realiza un trabajo duro y muy peligroso, esta infiltrado en una banda, ha estado en la cárcel, se la juega a todas horas, está al límite, necesita salir, pero no puede, su objetivo lograr un ascenso y recuperar a su mujer. Nuestro tercer héroe es Sal, casado, católico, corrupto, asesino a sangre fría, eficiente, valiente, esposo y padre ejemplar, acuciado por una urgencia, conseguir dinero para comprar una casa más grande en la que su mujer no tenga problemas para respirar debido al moho existente en la que viven ahora. La elección es difícil…
En definitiva, una película que me ha entretenido y realmente recomendable. Como decían en aquella famosa serie…”Tengan cuidado ahí fuera”…
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