Un banco. Un director.
Un empleado reinsertado. Un robo. Una esposa a la que le gusta coquetear. Una década
peligrosa. Una telefonista cotilla que desencadena una crisis monetaria. Unos
clientes que entran en pánico. Una coartada imposible de comprobar.
Genial -como siempre- Walter Huston
Que no cunda el pánico
Hay películas que
trascienden el paso del tiempo y que deberían ser de proyección obligada en
colegios y universidades, sobre todo para aquellos que se van a encargar de velar
por nuestros ahorros, esta sin lugar a dudas es una de ellas. Desgraciadamente
y debido a la época que nos está tocando vivir, esta maravilla dirigida por ese
monstruo que es Frank Capra no puede estar más de actualidad.
Todas las películas de
Capra contienen esa extraña pócima para la esperanza. Dibuja personajes y
describe situaciones, unos personajes y unas situaciones que a pesar de haber
pasado décadas siguen existiendo para desgracia de muchos. Principalmente esos
banqueros sin escrúpulos a los cuales lo único que les importa es el negocio
puro y duro, todos recordamos a ese despreciable Henry F. Potter en It’s a Wonderful Life (1946) – ¡sublime
Lionel Barrymore!-, capítulo aparte serían los políticos miserables de esa otra
maravillosa obra maestra como es Mr.
Smith Goes to Washington (1939), como decíamos en sus films siempre encontramos a esa persona o personas integras, gente
en la que puedes confiar y que en definitiva son las que hacen que esto de
vivir valga realmente la pena.
Enfrentado a las masas
Ha sido un auténtico
placer descubrir esta pequeña joya. Visión muy recomendada para banqueros
ladrones, economistas sin escrúpulos y demás miserables que nos están arruinando
en vida…
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