Los problemas de Alden Ehrenreich ante los requerimientos
e indicaciones de Ralph Fiennes para
pronunciar correctamente su frase me recuerdan a mis vanos esfuerzos por
sacarme el C1 de inglés. No incluiría la película entre lo mejor de mis
admirados hermanos Coen pero si la
veo con agrado por la época que retrata. Como siempre el doblaje haciendo
malabares para intentar encajar estas situaciones…
Merecedora por méritos
propios de loas, panegíricos y demás coletillas promocionales. Apasionante de
principio a fin. Una serie monumental en todos los aspectos, de esas que cuando
ves el último episodio te provocan un vacío. Apenas un par de pequeños detalles
que no me han gustado, por un lado el deliberado tembleque cámara en mano que
casi me hizo abandonar su visionado a los pocos minutos (¡afortunadamente no lo
hice!...), luego está el excesivo número de fucks
y derivados en boca de sus protagonistas ( aquí los datos), tanto el estilo de filmación
como el elevadísimo número de palabrotas no alteran en lo más mínimo la
extraordinaria experiencia que es plantarse a presenciar las andanzas de esta
familia y sus luchas de poder. En definitiva, una serie de lo más recomendable que
se ha ganado un hueco entre los mejores títulos de este formato.
Muy pocos arranques me
provocan semejante subida de ánimo como el de esta película que ya podemos considerar
icono de los 80. Decía Frida Kahlo
aquello de Pies para que los quiero si
tengo alas para volar…
Hay mucha expectación y
no es para menos. Con Scorsese al timón
sabemos que la travesía será movidita, la tripulación promete, sus casi tres
horas y media de viaje resultan una apuesta arriesgada. A primera vista tiene
una pinta estupenda…