De un tiempo a esta parte el bueno de Liam Neeson ha dado sobradas muestras de lo bien que se mueve en el género, cintas de acción en las que un tipo tirando a normal se ve envuelto en situaciones límite y de las que suele salir airoso. El irlandés de casi metro noventa y su característica nariz (rota en sus inicios como boxeador) es un actor que cae bien y por lo general no desentona le pongan lo que le pongan. Aquí el asunto va de un hijo asesinado y de un padre que decide tomarse la justicia por su mano. Al otro lado un buen puñado de peligrosos y desalmados delincuentes con los que tendrá que verse las caras. La película resulta irregular, aunque hay momentos realmente que valen la pena, algún dialogo y personaje recuerda a Tarantino. La historia se ve con indiferencia (nada que ver con las sensaciones que transmite Tu hijo), cumple su cometido que no es otro que entretener, creo que un poquito mejor trabajada esta película podría codearse con otros títulos de más categoría. Recomendable, no es de las que defrauda.