domingo, 17 de mayo de 2015

Objetos en peligro de extinción


Hace algunos años en un ataque de nostalgia me compre uno de esos viejos teléfonos de rueda, aquellos que para marcar había que colocar el dedo y darle a la ruedita. Era una buena replica, negro, con un auricular que pesaba lo suyo y un sonido que provocaba más de un sobresalto. En casa me lo habían advertido…”si, muy bonito pero poco práctico, ya lo veras…” Efectivamente, con el paso del tiempo me di cuenta de que para ciertas cosas (como puede ser el marcar un menú telefónico, el no recordar si esta uno marcando correctamente…) era un poco engorroso. Al final opte por recuperar el modelo moderno y apartar aquella reliquia a un lado. A día de hoy sigue ocupando un lugar en la sala pero sin dar servicio. De todos modos sigo teniendo debilidad por esos maravillosos objetos de antaño…




6 comentarios:

  1. Jajjajaajajja....era casi hipnótico marcar cualqiier número...
    Un saludoooo....

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    1. Que tal ALX!
      Pues si, yo también tenia aquella sensación cuando metía el dedo y le daba a girar...jeje
      Saludos y gracias por pasar!

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  2. ......uy!!!!!.........el pasado......que nostalgia.....pero como me gusta ese teléfono.

    Besos!!!!!!...espero que te guste la película.......tiene un transfondo…que te hace pensar…..ya me contaras..

    Ojala la disfrutes.


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    1. Muchas gracias por la recomendación HADA, me sorprendió y me pareció estupenda. Ademas se da la circunstancia que hace apenas un par de días me vi Inherent Vice (2014) precisamente con Joaquin Phoenix en un papel que difiere bastante del que interpreta en Her. En cuanto tenga un hueco (ando con los examenes que no doy abasto...uf!...) comento sobre ella. Lo dicho, me ha encantado.
      Ciao!

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  3. Hola Fran, esos teléfonos también servían de arma de defensa, pesaban lo suyo.
    Nosotros tuvimos un despertador, de esos de dar cuerda, que cuando sonaba nos dejaba con el corazón acelerado.
    Saludos,

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    1. Que tal Lola,
      Pues si, es cierto que tenían un peso considerable, que no te cayesen en un pie...jeje
      Yo tambien tuve uno de esos despertadores que mencionas, como bien dices aquel sonido hacia que saltases de la cama del susto...jeje Aunque bueno, luego si aguantabas hasta el final iba sonando cada vez con menos fuera.
      Saludos y gracias por seguir pasando.

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