Empiezo a estar cansado
de cierta tendencia hacia lo políticamente
correcto y de cómo algunos pretenden mandar al fuego todo aquel material o
expresión artística que no sea de su agrado o que no comulgue con sus
doctrinas. Si hace años los censores fijaban sus ojos en las películas y en los
libros hoy en día ya no hay quien escape del ojo que todo lo ve, ya bien sean
canciones, carteles para fiestas, camisetas, bolsos con mensaje, etc. Siempre habrá
algún colectivo que se sienta ofendido y
en seguida se recogerán firmas. Que si, que yo también dejo mi
conformidad en diferentes campañas e iniciativas que considero interesantes y
necesarias, pero diría que últimamente andamos con la sensibilidad a flor de
piel. Pues lo dicho, no dejen que nadie piense por ustedes.
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