Julian
(Ryan Gosling) regenta un club de boxeo en Bangkok, un día su hermano asesina a
una prostituta menor de edad, el padre de esta se toma la justicia por su mano
y se carga al asesino de su hija, en realidad ha sido Chang (Vithaya
Pansringarm) un policía retirado el que ha animado al dolorido padre a tomar esa
decisión. Más tarde aparecerá en escena Crystal (Kristin Scott Thomas) y le
solicitara a Julian que vengue la muerte de su hermano.
Hay
quien le acusa de falta de expresividad, personalmente creo que es muy buen
actor
K. Scott Thomas estupenda en su papel
Para mí lo mejor de la película
Es
posible que cierto ritmo pausado causara tedio a los acostumbrados al ritmo
hiperactivo y videoclipero que impera últimamente. Sin embargo es de agradecer
cierto aire fresco entre tanto producto viciado, no cabe duda de que la cinta
dirigida por este joven realizador europeo nacido en Dinamarca aporta un toque
de calidad a tanta cachibachada y producto caducado.
¡Ojito que vienen curvas!
Bien
filmada, un reparto acertado y un personaje que destaca sobre el resto, el
sonido de sus zapatos no anuncia nada bueno. Capítulo aparte merece Ryan
Gosling, un actor que no para de sorprenderme, lo que parecía solamente una
cara guapa se está revelando como algo más, hablaremos de él en otra ocasión.
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