En
1946 el ejecutivo Branch Rickey (Harrison Ford) hace un fichaje sin precedentes
en la historia del beisbol y se trae a los Brooklyn
Dodgers a una joven promesa llamada Jackie Robinson (Chadwick Boseman), el
problema es que el chico es negro. A partir de aquí comenzaran los problemas y
Jackie sufrirá en sus carnes el rechazo de jugadores y aficionados.
¡Dale
fuerte Jackie!
Ford
cómodo en el papel
Desconozco
el rigor histórico y si se han edulcorado ciertas actitudes racistas en el film,
pero en todo caso me parece que evidencia sobradamente los problemas a los
que se tuvo que enfrentar en su momento este legendario jugador de beisbol.
El
verdadero Jackie junto a Branck Rickey (el parecido con Ford es notable)
Jackie en acción
Así estaban las cosas
Como
en muchas otras ocasiones el cine nos ofrece estupendas oportunidades didácticas.
En este caso esta magnífica cinta podría ser utilizada para explicar la sinrazón
de quienes consideraban a la raza negra personas inferiores y sin derechos. Aquí
incluso a una estrella del deporte se le negaban cosas tales como alojarse en
hoteles o compartir ducha con sus compañeros, algo que aunque nos suena a
tiempos remotos sucedió hace apenas 70 años, en ocasiones todavía quedan nostálgicos.
Branch
(Ford) tiene una espina clavada que lo mueve a fichar a Jackie
La prensa canallesca
Escenas
bien filmadas y con buena carga emocional. Película entretenida –aunque no se
entienda el maldito juego…- con algún momento épico y muy recomendable para
mentes en proceso de formación.
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