Praga 1942. Franticek
Svoboda (Brain Donlevy) es un doctor que forma parte de la resistencia checa y
que ha asesinado a un dirigente nazi. Se encuentra en dificultades al no tener
donde ocultarse, finalmente acaba refugiándose en casa del profesor Stephen
Novotny (Walter Brennan) quien le da cobijo esa noche. Al día siguiente varios
ciudadanos serán arrestados por la Gestapo y comienzan los temidos interrogatorios.
Cada 24 horas serán fusilados un número indeterminado de detenidos hasta que el
asesino se entregue.
Momentos iniciales
Sin saber donde meterse y con toque de queda
Esta joya de Fritz Lang
debería proyectarse en escuelas de cine así como en colegios. A los futuros
realizadores deberían de explicarles que con una pequeña historia sin fuegos
artificiales, con un reparto de buenísimos secundarios y con una dirección magistral
se consigue realizar lo que se suele llamar una obra maestra. Por otro lado a
esas pequeñas cabezas pensantes no estaría de más mostrarles lo que significan
los autoritarismos y ciertos extremismos disfrazados de democracias.
A estas alturas no voy
a descubrir al genio nacido en Viena, basta con pegarle un repaso a su filmografía
para llegar a la conclusión que posiblemente sea uno de los realizadores más importantes
de la historia del cine. Un manejo total y absoluto de la luz, las sombras obedecían
sus indicaciones, los simbolismos hablaban por si solos, el cine hecho arte, ni
más ni menos.
Leer esta entrada me recuerda cuántos buenos momentos me ha hecho disfrutar este maravilloso director. Habrá que volver a verla porque no la recuerdo apenas.
ResponderEliminarHola LU!
ResponderEliminarEs uno de los grandes, aunque no siempre se le cite. A mi desde luego esta pelicula me fascina.
Un saludo y gracias por pasar!