Driver (Mel Gibson) es
capturado en territorio mejicano luego de una accidentada persecución. Acaba de
atracar un banco y es enviado a una prisión en ese país. Allí se encontrara con
un entorno terriblemente hostil y en el que la vida no vale absolutamente nada.
Comenzara una batalla particular para sobrevivir.
Mas que una cárcel,
todo un microcosmos.
El que corta el bacalao…
Reconozco que me
esperaba un producto para pasar el rato con media neurona, pero al final me
lleve una gratificante sorpresa. Tenia a Gibson por acabado –creo que su mala
racha comenzó con las meteduras de pata de su padre, luego su vida personal
hizo el resto…-, en estos últimos años sus papeles tampoco ayudaron, pero mira
por donde se ha sacado de la manga una estupenda y entretenidísima película.
El que tuvo, retuvo…
Ambientillo
Hacia mucho tiempo que
una peli de genero carcelario no me dejaba tan buen sabor de boca, la última es
esa obra maestra de Robert Bresson titulada Un
condamné à mort s’est échappé (Un condenado a muerte se ha escapado 1956),
salvando las distancias creo que esta se ha ganado a pulso un lugar entre las
mejores. La cinta es dura por momentos, de una verosimilitud que no sabes si
estas viendo un documental o realmente una película. Hay detalles que
sorprenden y que denotan libertad en el rodaje y que papa Hollywood no ha metido las zarpas. Lo dicho, muy recomendable y que
seguro que ganara con el tiempo. La he visto en v.o., no quiero imaginar la
chapuza que habrán hecho con el doblaje, lo normal…
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