Axel Nordmann (John Cassavetes) llega a la ciudad de
Nueva York en busca de trabajo y consigue una plaza de estibador en el muelle. Allí
conocerá a Tommy Tyler (Sidney Poitier), el cual destaca por su simpatía y
amabilidad hacia Axel. Entre los dos se ira forjando una solida amistad que se
vera entorpecida por los prejuicios debidos al color de piel de Tommy y a un
terrible secreto por parte de Axel.
Dos años antes del
estreno de esta película –concretamente un 1 de Diciembre de 1955- tendría lugar
en Montgomery (Alabama) un suceso que cambiaria para siempre la historia de la
gente de color en Estados Unidos. Ese día Rosa Louise Parks regresaba tras un
duro día de trabajo. Se subió a un autobús, en medio del trayecto el conductor le
ordeno que dejase el asiento y se fuese al final donde acostumbraban a ir la
gente de color, ella no acato la orden y fue detenida.
Este incidente llamaría
la atención de uno de los personajes mas importantes del siglo XX, por aquel
entonces solo contaba con 26 años, Martin Luther King, Jr.
Lo que viene después ya
forma parte de la historia. Me ha parecido oportuno hacer esta referencia pues
la película tiene mucho que ver con la injusticia en este caso en forma de
racismo. Si vista hoy todavía impacta no me quiero imaginar lo que tuvo
que significar por entonces. Dos hombres, uno de raza blanca y el otro de raza
negra entablando unos lazos tan fuertes, una maravillosa muestra de brotherhood que debió de provocar que a
muchas personas se les abriesen las carnes. Una maravillosa historia de amistad
que debería ser proyectada en los colegios.
Problemas a la vista
Juntos hasta el final
Pocas películas aguantan
tan bien el paso del tiempo y sobre todo siguen manteniendo ese tono de
denuncia de algo que desgraciadamente sigue vigente en muchos lugares. Maravillosa
e imprescindible.
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