lunes, 13 de febrero de 2012

Remakes, parecidos y demas (nueva sección)

El género carcelario suele tener bastante tirón. Normalmente la mayoría de películas que transcurren en la cárcel suelen tener el denominador común de la fuga, con lo que el espectador rápidamente se identifica con los personajes. Los siguientes films tienen eso en común, en los dos casos la historia transcurre entre rejas, en el  primero nos encontramos con una prisión de civiles mientras que la segunda película la acción se desarrolla en una prisión militar, además de contar con el mismo protagonista como es Robert Reford.

                                                                

Brubaker (1980) dirigida por Stuart Rosenberg fue emitida en multitud de ocasiones por televisión, todavía recuerdo la primera vez que la vi y lo mucho que hablamos de ella siendo críos. Sorprendía su argumento, el nuevo alcaide de una prisión que antes de tomar posesión de su cargo decide hacerse pasar por un recluso y ver como funciona el penal. Allí descubrirá todo el clima de corrupción y abuso de poder hacia los reclusos. A mitad de la película estas deseando que llegue el momento en que Brubaker tire de la manta y se cepille a los malos, en este caso, los carceleros.


Creo sinceramente que el paso del tiempo la ha mejorado. Hay una escena que posiblemente forme parte de la historia del cine, al final de la peli cuando Reford abandona la prisión y recibe el homenaje de todos los reclusos, he intentado buscarla en V.O. y no la encuentro, raro…






                                                                  
The Last Castle (La última fortaleza 2001) dirigida por Rod Lurie tiene un problema de guión. La historia tiene interés y da mucho de si. El general Irwin (Reford) es enviado a una prisión militar de máxima seguridad. Es todo un personaje, ha sido condecorado en varias ocasiones y su llegada al penal levanta una gran expectación entre los demás reclusos. Al mando de la prisión esta el coronel Winter (James Gandolfini), el coronel es un admirador de Irwin, así como un coleccionista de objetos relacionados con la guerra. El caso es que el coronel tiene una manera muy particular de dirigir la prisión, se pasa por el forro los derechos de los reclusos y aplica medidas que rozan el delito a la hora de imponer disciplina. Al principio Irwin intentara pasar desapercibido, pero pronto jugara un papel importante dentro de la prisión y se desatara un duelo de personalidades entre este y el coronel.

                                             La pelea en el patio nunca puede faltar

                                                  El general vuelve a poner firmes a la peña

Hacia referencia al principio a un problema de guión que posiblemente hace que la película no sea todo lo redonda que podría haber sido. Desde mi punto de vista todo se viene al traste en el momento en que se produce el motín.  Hubiera dado mucho más de si un pulso entre los dos personajes principales, la fascinación que siente el coronel por Reford choca con la obligación que tiene Irwin para mantener a raya al personal. El personaje de Irwin cambia muy bruscamente y se implica demasiado, todo sucede muy deprisa y la segunda parte del film esta un poco metida a calzador.





En definitiva, que me quedo con Brubaker. Ah!, se me olvidaba, no se si fue un guiño hacia Reford o simplemente una falta total de imaginación, lo digo por la escenita de saludo chocando las chapas contra los barrotes en The Last Castle. De todos modos, esta ultima no esta mal para pasar un buen rato.

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