Apenas 3 episodios,
estupendamente interpretada, drama carcelario con elementos propios del género
que logra que sintamos una doble empatía interno/funcionario. Extraordinaria y
absolutamente recomendable.
Siento fascinación por
este actor, un rostro conocido sobre todo por sus trabajos en series aunque también
cuenta con una buena e interesante filmografía. Su baja estatura y su mala
leche me recuerdan a James Cagney,
los personajes sádicos y violentos los borda, aquí la cosa va por otro lado. Diría
que estamos ante una de las mejores series del año, Stephen Graham da buena cuenta de sus dotes interpretativas, se
muestra vulnerable, inseguro, arisco, tierno, imprevisible, calmado y siempre
caminando al borde del precipicio. Son cuatro episodios que en realidad podrían
venir a ser cuatro asaltos en los que acabamos contra las cuerdas. Dura y muy
amarga. No se la pierdan.