La guerra de Corea ha
terminado y el comandante Bennett Marco (Frank Sinatra) ha regresado no sin
ciertas secuelas, actualmente presta servicios como oficial de inteligencia
pero hay algo que últimamente le tiene más que preocupado. Unas pesadillas
recurrentes que no le dejan conciliar el sueño y en las cuales tienen lugar
hechos terribles. Bennett descubrirá que antiguos integrantes de su grupo en
Corea también sufren esos malos sueños. Por otro lado tenemos a Laurence Harvey
(Raymond Shaw), un sargento compañero de Bennett que ha recibido la Medalla de
Honor por su actuación a la hora de salvar a los integrantes de su patrulla y
que al parecer tiene un brillante futuro como político, este a su vez cuenta
con la ayuda de su madre Eleanor Shaw (Angela Lansbury) que hará todo lo
posible para la ascensión de su hijo. Bennett se da cuenta que el comportamiento
de Raymond es más que extraño y no se muestra muy amigable con su antiguo capitán.
A partir de aquí se ira desenmarañando una trama más que peligrosa.
Compañeros de armas
Magnífica
interpretación de Langsbury como madre malvada y retorcida
El lavado de cerebro
Aunque he de reconocer
que el remake de 2004 interpretado por
un correctísimo Denzel Washington (The
Manchurian Candidate/Jonathan Demm) resultaba una peli entretenida, esta
vez y como en la mayoría de los casos me quedo con el original. Aunque pueda
parecer que hay un trasfondo propagandístico (normal teniendo en cuenta que está
realizada al comienzo de la guerra fría) y que se cargan las tintas contra
ciertos líderes del otro lado personalmente no situaría esta película como
cine-anticomunista. Digo esto pues aunque ciertos personajes son bastante
caricaturizados hasta el ridículo, es precisamente la mala-malísima Mrs. Shaw la
que más mete miedo.
126 minutos muy
entretenidos
Afinando la puntería
Elegante y deliciosa
Jane Leigh
Una de esas buenas películas
que conserva su encanto e interés aunque sigan pasando los años. Recomendable y
entretenida.