(disponible en Filmin)
Una infancia traumática, un presente aparentemente placentero, una
tranquila localidad, una herencia, una anciana muda en silla de ruedas, una floristería,
una rubia muy atractiva y un cuchillo muy afilado…
Lo mismo que presenciamos un espectáculo de marionetas asumiendo que unas
personas mueven los hilos y aceptando el maravilloso engaño, aquí debemos
adoptar cierta predisposición, de lo contrario nos disfrutaremos del espectáculo.
La audiencia del 2020 poco tiene que ver con aquel publico naíf de hace 60
años, hoy estamos de vueltas de todo y quizás seamos más difíciles de
contentar. Uno de los principales artífices y padre de la criatura no es otro
que William Castle, director,
productor, actor y visionario. A sus 15 años ya se movia en el show business de Broadway presentándose como un sobrino del mismísimo Samuel Golddwyn. Probo suerte en
diferentes trabajos, siempre relacionados con el mundo del espectáculo,
admirador de Phineas Taylor Barnum
forjo su carrera y siguió los pasos del célebre empresario circense. Suyas
fueron iniciativas de lo más llamativo y que hacían las delicias de quienes asistían
a las salas, desde las suaves descargas eléctricas en las butacas, pasando por
las pólizas de vida por si la palmabas en la sala o las coward’s corner (esquina de los cobardes) para quienes no tuvieran
el valor de presenciar la película y reclamasen la devolución del precio de la
entrada.
La presencia de enfermeras en las salas era otra de las estrategias de Castle.
Ignoro si hubo algún beneficiario.
Te devolvían el dinero, pero el ridículo no te lo quitaba nadie.
Aunque para los más pequeños no es una mala opción.
William Castle fue el productor de Rosemary’s
Baby (La semilla del diablo 1968) y Roman
Polanski se marcó un detalle dándole un cameo.
No estamos ante una obra maestra del género, ni siquiera sabría decir con
seguridad si es una buena película, lo que si les aseguro es que me ha hecho pasar un buen rato, varios
momentos descabellados y algún que otro susto. Despójense del crítico plasta
tipo Cahiers du Cinéma y recuperen
aquel espíritu de su infancia, de barraca de feria, de los charlatanes que nos vendían
mundos por descubrir, seguro que lo pasaran bien, las sorpresas están garantizadas…
Todo un personaje. Sabía del cameo en "La semilla del diablo", pero no que fuese el mismo tipo de estas últimas entradas del blog. Otro descubrimiento que agradecer (y ya van unos cuantos) a "El cine sin gafas".
ResponderEliminarSaludos y feliz semana.
Hola Juan!
EliminarSupongo que como Castle debe de haber un buen puñado de personajes muy interesantes de la industria del entretenimiento, supongo que a veces las figuras mas importantes eclipsan en cierto modo al resto.
Gracias a ti por todas esas estupendas e interesantes reseñas que nos dejas en tu blog.
Siempre un placer tenerte por aquí, saludos!
Hola, Fran.
ResponderEliminarTodas estas películas de "miedo" me recuerdan a uno de mis hermanos, el muy cabrito le encantaba verlas pero siempre me llevaba de compañera para después dedicarse a aterrorizarme, lo malo del caso es que yo siempre caía en la trampa, es lo que tiene ser demasiado ingenua.
Saludos,
Que tal Lola!
EliminarEsos miedos de la infancia eran realmente terribles, si encima tenias a alguien cercano que se encargaba de amplificarlos ya ni te cuento...jeje Yo lo pasaba fatal por las noches, era muy miedica y la oscuridad me provocaba muchas inseguridades, luego con el tiempo (afortunadamente...) ya lo fui superando...
Pero bueno, al fin y al cabo esos pequeños "sustillos" también tenían su encanto.
Feliz semana, besos;)
Hola Fran como va? Seguimos viendo peliculas... es la mejor opcion!!
ResponderEliminarSabes que no tengo Filmin tengo Netflix voy a ver si la tienen disponible.
Cuando escuche el corazon latiendo y esa oscuridad tenia miedo que me apararezca algun personaje de terror...... casi me pagan el seguro de 1000 pesos jajaja. Casi "palmo"jaja como vos decis jaja.
Un beso Fran!!
Hola Gra!
EliminarPor aquí mas o menos igual, aprovechando los tiempos muertos y viendo mucho cine, ademas de alguna que otra serie. Bueno, suelo comentar en que plataforma esta disponible mas que nada a modo de información. Tengo pendiente una doble reseña (Filmin/Netflix) sobre un par de películas de temática similar (boxeo), en unos días comentare algo sobre ellas.
No te creas, yo en mas de una ocasión he tenido que dejar una película a medias por ponerme malo de miedo...jeje En cuanto a esa poliza de seguros, imaginate por aquellos lejanos años 60, seguro que funcionaba mucho el boca a boca y circulaban todo tipo de teorías tales como "pues yo tengo un primo en Kansas que me ha dicho que el tendero de su pueblo sufrió un infarto viendo esa película...", ya sabes, luego la bola de nieve va rodando y se hace cada vez mas grande...
Pues nada, gracias por pasar y comentar, feliz semana y besos;)
Un auténtico visionario en cuanto a publicitar su genero, se ve que eso sí logró captarlo con solvencia de los circos Barnum. Estrategias en la mente hay muchas, el logro es llevarlas a cabo, aunque el resultado sea lo de menos, la idea cala y se queda como etiqueta creativa.
ResponderEliminarInteresante...un abrazo.
Hola Jorge!
EliminarSiento interés por este tipo de personajes, muchos de los cuales en su momento quizás fueron unos grandes incomprendidos. Evidentemente al publico de hoy estas artimañas de promoción le darían la risa, pero quizás en aquel tiempo fueran de lo mas efectivas.
Se agradece la visita, un abrazo!