domingo, 11 de octubre de 2015

Florencia


A decir verdad han sido 8 días estupendos. Es posible que no hubiésemos necesitado tanto tiempo para visitar esta bellísima ciudad, pero bueno, nos gusta tomárnoslo con calma y si podemos evitar ir a la carrera pues mejor que mejor. No sabría decir con exactitud si llegue a sufrir el síndrome de Stendhal o síndrome de Florencia pero si puedo asegurar que al tercer día me sentí superado y con dificultad para asimilar todo lo que desfilaba frente a mis ojos, Carmen me comento que tuvo una sensación similar. Si el año pasado Roma nos pareció fascinante y nos quedamos prendados de ella, esta vez he de decir que Florencia nos ha robado la otra mitad del corazón. Seguiría escribiendo y relatando detalles y anécdotas varias, pero casi lo voy a dejar aquí que me conozco y luego me pongo muy pesado… Aquí van unas fotillos.

Alojados a 50 metros del Duomo, tal y como sale en las fotos del anuncio: http://www.homeaway.es/p1113612?uni_id=1372310

Las hay a cientos, forman parte del paisaje, es una ciudad muy cómoda y segura para pedalear.

Las motos también ocupan su lugar.

    No pasamos excesivo calor. Siempre se podía echar mano de una sombra. 

Galleria degli Uffizi

La tricolore

Casi todas las señales de dirección prohibida iban acompañadas de simpáticos diseños.

De día… 

… y de noche.

La presencia de turistas por momentos puede llegar a agobiar. 


A veces subíamos a merendar al apartamento…

… aunque en ocasiones echábamos mano de esa maravillosa droga.

Estaban proyectando la última de Tom Cruise, la habíamos visto ya en Vigo y nos pareció algo ladrillo para verla de nuevo.

Pasamos un magnifico día con las bicis.

Ponte Vecchio

De estos no tomamos ninguno…


… pero los Spritz bajaban que daba gusto.

Toda una experiencia.

Si, nosotros también nos hicimos la dichosa foto… ¡y anda que no da trabajo hacer que cuadre bien!

Al parecer es costumbre.

Buscando alguna localización, suena enfermizo, lo se… 

Una idea a imitar. 

Las vistas eran maravillosas… 

… aunque la subida allí arriba tenía lo suyo.



Algún que otro mensaje en la pared.

Terraza con vistas.

Salone dei Cinquecento

Esta impresionante estancia se encuentra en el Palazzo Vecchio. Se accede por una pequeña puerta que engrandece la sensación de majestuosidad de la sala. Recordar que por aquí anduvo nuestro querido Doctor Lecter… 

Aunque no olía precisamente bien sí que nos vino fenomenal. 

Su presencia nos servía de referencia para llegar a nuestro alojamiento.

Costumbres casi en desuso.

Escapada relámpago a Venecia.

Dos cosas que no han gustado mucho en Venecia: el anexo al hotel Santa Chiara y el polémico puente de Calatrava (en la parte superior de la foto, aunque apenas se ve, parece que el personal resbalaba en la superficie acristalada, eso añadido al diseño modernista)

Pues parece que se lo toman en serio.

Un lugar para volver.

Pues nada, espero no haber aburrido. No es fácil resumir en imágenes lo que han sido esos días, en todo caso he optado por no meter imágenes de los museos e iglesias que hemos visitado. Lo dicho, la próxima entrada retomaremos la tónica habitual del blog. Saludos.
















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