Una
noche en un club cualquiera, Joe Hufford (Glenn Ford) tiene una riña con un
individuo por culpa de una chica, Joe deja inconsciente al tipo y pasa la noche
en comisaria. Al día siguiente le comunican que el hombre ha muerto. Hufford es
juzgado y resulta culpable por homicidio imprudente. El fiscal
George Knowland (Broderick Crawford) siente lastima por Joe pues el abogado
asignado ha dejado bastante que desear. Una vez en prisión las cosas se ponen
complicadas, el tiempo pasa muy lentamente y el ambiente carcelario deja mucho
que desear. Una serie de personajes se irán cruzando en la vida de Joe para
bien y para mal…
Los minutos parecen horas
Fiscal con tintes humanos y abogado al que todo le da igual
Llevaba
tiempo sin echarme a la boca un glorioso bocado de blanco y negro. Que mejor
que una tarde gris de llovizna para disfrutar de una pequeña joya como esta.
Bajamos persiana, silenciamos el móvil y nos metemos en la máquina del tiempo…
Estupenda película de estudio de los pies a la cabeza
Aunque
no figure como tal entre los grandes si hay un gran número de películas que
pertenecen a ese sub género que podríamos llamar “carcelario”. Por lo general
la trama siempre suele girar en torno a una posible fuga, en otras ocasiones
hay una cierta denuncia contra el sistema, las posibilidades son varias. Esta
vez nos encontramos con una extraña mezcla, por un lado tenemos la angustia del
que no ve llegado el día de salir, los códigos carcelarios, miedos, rencores,
sueños y favores. Con un metraje convencional (apenas 91 minutos) asistimos a
como el azar a veces nos puede jugar malas pasadas. Muy recomendable, incluso
para un día soleado…
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